Archive for noviembre 2010

Escabiosis

No Comments »

Todo lo que nos gusta nos matará mañana.

Todo lo que nos hace felices nos va a joder más que un ataque de sarna. Una urticaria perenne en la dermis que te hace rascarte como un jodido animal. Un picor constante que te hace que te muerdas la piel, que te la arañes, que te la arranques a tiras. La sensación de no saber cuándo va a acabar, de no imaginarte cómo puede llegar un fin a tu sufrimiento. Ni cuando duermes puedes estarte quieto. La ducha no es más que una sucesión de dolores más.



Así es lo que nos gusta.

Disfrútalo hoy. Mañana el parásito crecerá, se reproducirá y se te echará encima. No intentes rascarte ni morderte; sabes que va a ser peor.



Pero aprovecha, que el conocimiento popular es sabio, como él solo. Es inteligente y formado, aunque a veces no lo parezca -como por ejemplo en un ataque de picores de sarna.

El saber del pueblo nos hace bien, y el saber de la gente nos dice, a través de los años, que sarna con gusto no pica.

just that

1 Comment »

just losing my time,
just losing my way.
spending my eyes, my hours and my life watching lost. what a lost.
in stead of being outside, riding my bike under the rain, i'm right here.
i'm right where the sky is closed above my head, right in the shiny night where the pollution makes the clouds brilliant.

but don't worry. i don't care about the jet-lag. i don't mind the walls i'm eating today.
tomorrow will be the day.
just a movement will teach me the way to live.
just a photography will lead the highway i'm driving on.
just that, just feel.
just take me out tomorrow, please.


nonsense words for these fucking moments. nonsense lyrics for nonsense nights.
nonsense feelings I feel when, without you, I struggle to get by.

Cochabamba, Bolivia

No Comments »

Que también la lluvia se lleve lo que hoy nos aturde, atajo de cabrones. Que eso que nos tiene enredados, como si fueramos esturiones atrapados en redes areneras, sea cortado con tijeras de costura.

Sabemos que podemos hacerlo, sabemos que debemos hacerlo. Sabemos que no nos pueden pisar las sienes, sabemos que necesitamos gritarlo. No te digo que te levantes. No te llamo a la revolución. Soy Ché, pero ni Guevara ni con motocicleta. Ojalá.

Lo único que intento que pienses es en cómo estamos, en cómo están. Mírate de arriba abajo. Puedes vestirte como te venga en gana, pendejo. Puedes gastarte el dinero en aparatos estúpidos, puedo estar escribiendo esto en una máquina de varios cientos de euros. Podría beberme un cubata caro como hacen muchos o mirarme en los espejos más caros de Gran Vía.

Podríamos dejar ahora de mirarnos a nosotros. De pensar sólo en nuestro culo. Ahora traslademos la visión a lo que hay fuera. Que hay gente pelándose por el agua, que hay personas muriendo por el petróleo y que hay personajes brindando con champagne. Es la guerra de los líquidos, los sólidos y los gases. Es el momento de arrancarnos las costras y aclararlo todo.

¿Dónde es que tú quieres llegar?

Es la hora de dar un paso más, pero no te digo que lo hagas tú. Sólo los que tienen cojones, coraje y ganas de cambiarlo pueden comenzar a pasear. Sólo los que llevan las dos habas, las dos bolsas de la vida bien altas, dispuestas a ganar, pueden empezar la carrera.

No te digo que lo hagas tú. Te digo que yo daré todo lo posible por hacerlo. Si quieres venir conmigo me parece bien, te daré un abrazo. Si no me calzaré las botas cuando nadie me vea y me iré a hacer lo que te digo.

¿Qué es lo que tú vas a hacer?

No Comments »

Como algo que te quema por dentro las vísceras. Como un yerro de marcar ganado.

Tener por dentro flemas que no te atreves a escupir. Poco hay que duela más que eso.
A ti te da miedo hablar conmigo. A mi me da miedo enfrentarme con tus ojos.









Anoche llegaron a mis oídos cosas de vos. Me contaron que te vieron con traje de fiesta, que ibas vestida como un pendón. La dama de todos y de nadie, la femme fatale con la que muchos soñaron. Beber, salir, el rollo de siempre. Parece mentira que te hayas convertido en algo así; con lo que tú eras...


Lo pude asimilar. Es normal, ahora tienes una parcela más de la libertad que recortaban en el pueblo. Es normal, ahora eres joven, desenfrenada y vives en una capital de provincia.

Anoche, en esas calles que tanto pisé y que espero seguir pisando, me contaron cosas de vos que me extrañaron más que lo que antes me habían contado. Anoche me dijeron que por todos era conocido que la chica fatídica tenía a alguien metido entre las sienes. Un cateto que se fue a la capital, según me dijeron anoche. Uno más que amontonar del que se olvidará al despertarse con otro, según pensaron muchos.

Tú tienes sentimientos guardados que no te atreves a contarme. Yo tengo el resquemor de aquella noche, la llaga profunda que dejaron los pocos besos que me diste sobre la piel.




Ganas de hablar y poco más que decir. Uno más que se dedica a pensar en una femme fatale que terminará olvidándome mañana, cuando se despierte con otro.