A la derecha del oeste

Un western vomitivo se dejaba apreciar entre cabezas que esperaban ver algo bueno aquella tarde de viernes.

Espuelas llenas de barro pisando, bien fuerte, un parqué agrietado y roído por los culos de whiskey que allá fueron arrojados. Aquella tarde no sonaba el típico pianito, nadie rompió una botella contra la cabeza de nadie, ningún tiro cortó el aire. Las señoras de la primera planta, esas que se quitan el liguero sólo cuando un hombre viene a visitarlas, no se paseaban por la barra buscando caballeros. Era una tarde aburrida y no pasaba nada. Tampoco crean que el destino nos sorprendería dejando que algo ocurriese.

Tedio entre todos y cada uno de los vasos de cristal del bar.

Un tipo con palillo en boca y sombrero inclinado sobre su frente se levanta decidido a escapar de aquella absurda monotonía. En la calle llueve y el día está gris. Baja el par de escalones que separan el porche con la calle y deja que sus botas pisen la tierra. Las espuelas, que también son de barro, se funden con el piso. La suela de las botas, que también es de barro, se mezcla con el suelo. El ala del sombrero comienza a gotear fango. La balaustrada del bar tampoco dejará de rezumar cieno. El hombre de la calle, sumiso, deja que el barro le inunde hasta los tobillos. Ahora cualquier movimiento cuyo fin sea escapar es inútil. Al individuo aquel poco parece importarle. El pianito no suena, las putas no se venden, nadie pelea; no hay nada mejor que hacer que dejarse estar y mojar.

La película se acaba, sin créditos, y el auditorio aplaude. Todos hablan de lo increíblemente satírica que fue, lo bien hecha que está y el presupuesto que tuvo. Todos vieron la película con la mano puesta en el menton y con cara de saber mucho. Nadie les recuerda que son jóvenes y que es difícil creer que sepan tanto de la vida y sus vaivenes.

Alguien pudo haberles dicho que toda aquella parafernalia les queda grande.

This entry was posted on viernes, 28 de octubre de 2011 and is filed under ,,. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0. You can leave a response.

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