Archive for 2010

La noche más vieja.

2 Comments »

Y pensar que lo mejor que me puede pasar esta noche es que me llames preguntándome si quiero pasar la noche más vieja contigo...


Y pensar que no va a pasar...

la Incógnita

2 Comments »

Qué malo es pensar, dejarse llevar por las calles empapadas y la sensación de que todavía te queda algo por preguntar.

Preguntar, preguntar siempre es lo que debería hacer.
Pero no. Siempre me voy a la cama con la última incógnita sin responder.

Ponerme frente a vos y preguntarte: "¿Eres capaz de no besarme?"
Colocarme delante del mandamás y preguntarle: "¿Es usted capaz de arreglar este desastre?"
Agarrar al comandante y decirle: "¿Que este año hayan muerto sólo 19 periodistas menos es algo por lo que alegrarse?"





Enigmas, no más. Mañana intentaremos, a ver si nos los pueden contestar.

Frío.

1 Comment »

Dos transeúntes distraídos
bajo el frío de las calles.

Unas botas con piel de borrego que no abrigan
y unos abrazos que no calientan;
un mar de intenciones incapaces de alentar la tormenta.

Dos que se miran con los culos congelados.
Uno que esperaba más,
otro que se limita a mirar hacia el otro lado.

Dos que recuerdan viejos tiempos
de cuando uno parecía querer y el otro quería al mismo tiempo.

Dos, que no uno,
recuerdan lo que son los contratiempos
y uno echa a andar con el peso de los tejados
y en sus espaldas la escarcha de ir a favor del viento.

Uno que se jode de frío una vez más.
Uno que le da patadas al bote.
Uno que pretende que no le duelan
las puntadas del hielo de tu estoque.

Sonambulismo

No Comments »

Buenas tardes, buenas noches más bien.

Bienvenidos al Show, el show de los noctámbulos que prefieren dejar las cosas para mañana.
Sean acogidos de buena gana por aquellos a los que no les tiembla el pulso aun sabiendo que el día siguiente comenzó hace unas horas; aquellos que saben que mañana se dormirán en clase, pero que no pueden hacer nada por evitarlo.

Y es que hay quien padece de inmsomnio, así como hay quienes lo disfrutan.

Pasen y siéntense, que la noche se presenta larga. Fuegos artificiales con sabor a canela, luces de navidad a punto de reventar y camiones cargados con madalenas para mojar en colacao. Un par de copias del Private del mes y una bolsa de pipas con sal, con mucha sal, son elementos necesarios para la acampada que se nos presenta.

Relájense, no piensen, es lo peor que pueden hacer. Dejen todo a un lado, que la noche tiene más de lo que ustedes deban ver.

Y es que hay quienes ven en las noches horas para dormir y quienes, como yo, lo usan para fines improductivos pero no por ello menos gratificantes.

Mi aparato y yo

No Comments »

Es lo único que importa hoy. Tenerla bien bonita y a la última. Cuanto más grande sea es hasta mejor, pero tampoco debe ser algo excesivo. Con que quepa en la mano va bien. Debe ser moderna, cómo no; con algo anticuado jamás serás guay. Puedes ponerle una fundita de plástico para protegerla, las hacen en todos los colores. Eso sí, es necesario saber utilizarla bien. De lo contrario será inservible que la tengas grande o bonita.

Hoy todo el mundo está enganchado a ellas. Todo el día con el aparatito para arriba y para abajo. Tener una les hace especiales, seres de un mundo aparte con conversaciones paralelas. Es un ejercicio adictivo el de este instrumento, de veras. Se sabe de personas que se engancharon a utilizarlo y se quedaron sin vida social real.

Por ello hay que andarse con ojo y no dejarse caer en la tentación. Es cierto que muchos dicen que son modas pasajeras, pero parece ser que la cosa está calando hondo. Hay que ser como hay que ser pero naturalmente, no mediante ese bicho del diablo. Hay que ser persona y hay que hablar con personas, y para ello, siento mucho decirlo, no hace falta tener Black Berry.

Escabiosis

No Comments »

Todo lo que nos gusta nos matará mañana.

Todo lo que nos hace felices nos va a joder más que un ataque de sarna. Una urticaria perenne en la dermis que te hace rascarte como un jodido animal. Un picor constante que te hace que te muerdas la piel, que te la arañes, que te la arranques a tiras. La sensación de no saber cuándo va a acabar, de no imaginarte cómo puede llegar un fin a tu sufrimiento. Ni cuando duermes puedes estarte quieto. La ducha no es más que una sucesión de dolores más.



Así es lo que nos gusta.

Disfrútalo hoy. Mañana el parásito crecerá, se reproducirá y se te echará encima. No intentes rascarte ni morderte; sabes que va a ser peor.



Pero aprovecha, que el conocimiento popular es sabio, como él solo. Es inteligente y formado, aunque a veces no lo parezca -como por ejemplo en un ataque de picores de sarna.

El saber del pueblo nos hace bien, y el saber de la gente nos dice, a través de los años, que sarna con gusto no pica.

just that

1 Comment »

just losing my time,
just losing my way.
spending my eyes, my hours and my life watching lost. what a lost.
in stead of being outside, riding my bike under the rain, i'm right here.
i'm right where the sky is closed above my head, right in the shiny night where the pollution makes the clouds brilliant.

but don't worry. i don't care about the jet-lag. i don't mind the walls i'm eating today.
tomorrow will be the day.
just a movement will teach me the way to live.
just a photography will lead the highway i'm driving on.
just that, just feel.
just take me out tomorrow, please.


nonsense words for these fucking moments. nonsense lyrics for nonsense nights.
nonsense feelings I feel when, without you, I struggle to get by.

Cochabamba, Bolivia

No Comments »

Que también la lluvia se lleve lo que hoy nos aturde, atajo de cabrones. Que eso que nos tiene enredados, como si fueramos esturiones atrapados en redes areneras, sea cortado con tijeras de costura.

Sabemos que podemos hacerlo, sabemos que debemos hacerlo. Sabemos que no nos pueden pisar las sienes, sabemos que necesitamos gritarlo. No te digo que te levantes. No te llamo a la revolución. Soy Ché, pero ni Guevara ni con motocicleta. Ojalá.

Lo único que intento que pienses es en cómo estamos, en cómo están. Mírate de arriba abajo. Puedes vestirte como te venga en gana, pendejo. Puedes gastarte el dinero en aparatos estúpidos, puedo estar escribiendo esto en una máquina de varios cientos de euros. Podría beberme un cubata caro como hacen muchos o mirarme en los espejos más caros de Gran Vía.

Podríamos dejar ahora de mirarnos a nosotros. De pensar sólo en nuestro culo. Ahora traslademos la visión a lo que hay fuera. Que hay gente pelándose por el agua, que hay personas muriendo por el petróleo y que hay personajes brindando con champagne. Es la guerra de los líquidos, los sólidos y los gases. Es el momento de arrancarnos las costras y aclararlo todo.

¿Dónde es que tú quieres llegar?

Es la hora de dar un paso más, pero no te digo que lo hagas tú. Sólo los que tienen cojones, coraje y ganas de cambiarlo pueden comenzar a pasear. Sólo los que llevan las dos habas, las dos bolsas de la vida bien altas, dispuestas a ganar, pueden empezar la carrera.

No te digo que lo hagas tú. Te digo que yo daré todo lo posible por hacerlo. Si quieres venir conmigo me parece bien, te daré un abrazo. Si no me calzaré las botas cuando nadie me vea y me iré a hacer lo que te digo.

¿Qué es lo que tú vas a hacer?

No Comments »

Como algo que te quema por dentro las vísceras. Como un yerro de marcar ganado.

Tener por dentro flemas que no te atreves a escupir. Poco hay que duela más que eso.
A ti te da miedo hablar conmigo. A mi me da miedo enfrentarme con tus ojos.









Anoche llegaron a mis oídos cosas de vos. Me contaron que te vieron con traje de fiesta, que ibas vestida como un pendón. La dama de todos y de nadie, la femme fatale con la que muchos soñaron. Beber, salir, el rollo de siempre. Parece mentira que te hayas convertido en algo así; con lo que tú eras...


Lo pude asimilar. Es normal, ahora tienes una parcela más de la libertad que recortaban en el pueblo. Es normal, ahora eres joven, desenfrenada y vives en una capital de provincia.

Anoche, en esas calles que tanto pisé y que espero seguir pisando, me contaron cosas de vos que me extrañaron más que lo que antes me habían contado. Anoche me dijeron que por todos era conocido que la chica fatídica tenía a alguien metido entre las sienes. Un cateto que se fue a la capital, según me dijeron anoche. Uno más que amontonar del que se olvidará al despertarse con otro, según pensaron muchos.

Tú tienes sentimientos guardados que no te atreves a contarme. Yo tengo el resquemor de aquella noche, la llaga profunda que dejaron los pocos besos que me diste sobre la piel.




Ganas de hablar y poco más que decir. Uno más que se dedica a pensar en una femme fatale que terminará olvidándome mañana, cuando se despierte con otro.

oídos trillados

1 Comment »

¿No te pasa que hay veces que ni los mejores oídos te entienden?
No es por ponerme dramático de nuevo, pero no te veo cerca.

Tú estarás a lo tuyo, yo estaré a lo mío -digo yo- y en este momento ni me pregunto ni sé si sonríes o no.



Yo daría lo que fuera porque tú estuvieras viviendo lo que yo vivo. Daría lo que me pidieses por que yo viviera lo que tú estés viviendo. Ver lo que tu ves, oler lo que tu hueles. O, mejor aún, ver lo que tú ves contigo, oler lo que tú hueles contigo.



Quiero que no estemos lejos más. Quiero que te sientes cerca y que me des un abrazo de esos que no me dejan respirar.


Quiero que se me quite esta tontería escuchando a la Bobby Band y a Nina Simone. Quiero que mis penas se ahogen el blues y jazz. Quiero que las notas sean antibióticos que me eviten sufrir.

Quiero que vengas, y no sé para qué

La Saeta del Sur

2 Comments »

Todos los caballeros necesitan un corcel. Don Quijote tenía su rocinante, el Cid a Babieca así como Alejandro Magno tuvo a Bucéfalo.

Con el paso de los tiempos los grandes hombres se hicieron con otros medios de transporte más modernos. El amigo Ernesto Ché llevk,ó su motocicleta por todos los rincones de sudamérica mientras algunos utilizaban otros aparatos aún más modernos. Darth Vader con su Estrella de la Muerte o Jack Kerouac con su furgoneta, ejemplos casi parecidos.

Hasta los superhéroes tenían los suyos. Batmóvil, la moto del Capitán América o el cohete de flash gordon, para el caso todo es lo mismo.

Así pues, andábame yo pensando que, para ser un gran hombre, un superyo, para ser todo un caballero, necesito mi medio de locomoción. Un caballo no es posible por motivos obvios; una motocicleta o un auto desaprobados por carestía de permisos; el cohete o el Batmóvil quizás en otro momento. Algo ligero, que me lleve donde necesito y que a la vez sea elegante. Algo que encima no contamine, ni cague, ni relinche. Algo que me permita ser más y mejor.

Así fue como llegó a casa -a la residencia, vamos-, mi gran compañera y afable sufridora de aventuras; en una tarde oscura, casi a prisas -como me gustan a mi las cosas- apareció después de que un hombre que tartamudeaba le tocase las clavijas. Así, con las ruedas bien hinchadas y sus colores negro, rojo, y blanco relucientes, apareció mi "Saeta del Sur". Quién sabe qué lugares recorreré con ella. De momento está en el primer piso esperando hollar caminos.

Hoy es un gran día, señores. Hoy me he comprado una bicicleta.

zas

No Comments »

- ¿Come usted habitualmente?
- Sí, bueno, todos los días.
- Ahm, qué suerte.

primera semana

No Comments »

6 de Septiembre

Me caí acá, en una ciudad grande. Caí del cielo, como caen las gotas de lluvia, y es que no soy nada más que eso.

Acá hay mucha gente. Me duele pensar que soy uno más de la masa. No soy alguien. Soy un número.

El caminar por la calle no es como en mi ciudad. La gente no se saluda; no hay tiempo para eso. La gente no mira a los que duermen sobre los portales congelados. Es más importante seguir el camino recto.

Hace frío en este lugar. El cielo es gris, no tan soleado como en casa. Me da lástima despertar en este sitio.




11 de Septiembre

No va a estar tan mal. Esta noche me acogió la noche más blanca de todo el año. Las oportunidades estaban en la calle, la gente estaba en la calle, Madrid estaba en la calle.

En estos días lo pasé bien. Conocí a gente, la verdad, no fue tan mal como esperaba. La noche en blanco me permitió descubrir una ciudad nueva, lo que en realidad tenía ganas de conocer cuando vine acá.

No tengo tiempo ni de escribir, ni de dormir, ni de pensar. Todo surge tan rápido y se lleva a cabo de tal manera... Parece que el tiempo pasó, aunque no llevo ni una semana. Es como si llevara aquí una vida entera y apenas llevo unos días.

Echo de menos a la familia, pero se puede sobrellevar con actividad diaria. La vida no es tan dura si se mira por el lado positivo

Escupir desde un balcón

No Comments »

Hacer el indio por la calle, tirarnos contra las persianas de chapa y hacer que suenen como gatos en medio de la noche, como un estruendo que hace erizar el vello a los vecinos que duermen tranquilos en camas de espuma viscoelástica. Hablar de nada en realidad, seguir con la tontería hasta que te dejo en el portal, susurrar para que no se entere la del primero.

Es la quemazón que se siente cuando alguien comienza a gustarte. El miedo de no saber si lanzarte o no, porque crees que sabes que la acabarás cagando. Conoces perfectamente cómo eres, y que a su lado eres poco. Pasar de una época a otra. Del instituto a la universidad. De un amor complejo a otro todavía más y sin embargo, sentirte igual de mierda que antes.

Siento que me estoy empezando a colar por ti. Tus pintas de dura no son más que reflejos de lo suave que eres cuando quieres. Estoy empezando a pensar en ti cuando no estoy contigo, a decir todas esas chorradas que uno dice cuando se siente aturdido por esa sensación que es el amor. Me supero a mí mismo, me crezco cuando camino solo con esta camisa a cuadros al más puro estilo "Nerd", y todo es gracias a ti.

Me vuelvo a colar. Me vuelvo a desengañar. Me vuelvo a quedar con las ganas de comerte la boca mientras hablas junto a tu telefonillo.

Vuelvo a escribir en este blog que cada vez se parece más a una escupidera que uso siempre, entre las tres y las seis de la mañana, cuando vuelvo a casa y necesito vaciarme. Tú no sabes que te escupo. Es como cuando de niños jugábamos a echar gapos desde el balcón de casa y nos escondíamos tras el alféizar, riéndonos como cabrones. Yo no sé si tú leerás esto.

Un borrón de tinta que puede ayudarte más de lo que piensas. Más que cualquier terapeuta, que cualquier psicólogo especialista en mentes adolescentes. Yo no sé si algún día te enterarás, o si haré que te enteres. Lo único que sé es que seguiré tirándote escupitajos de tinta china, para variar, en portales, en ascensores, en autobuses y en todo lo que se nos ponga por delante.

Porque tú, tipa difícil, te mereces más gargajos oscuros que todas las que vinieron antes.

Síntomas de Flaqueza

1 Comment »

Las piernas casi dormidas por el cansancio. Los ojos luchando por no desecarse del todo. Las uñas raspadas, algunas rotas. Me duele al respirar, no puedo hinchar los pulmones.

Siento que el cuerpo va cediendo cada vez más y soy tan imbécil como para luchar en contra del sueño. "Ya tendré tiempo para dormir cuando esté muerto", me digo para mis adentros. La pantalla del ordenador me da qué pensar, descansaré mejor cuando acabe lo que debo.

Podría ser el comienzo de una crónica de guerra, las agonías de un periodista en la mitad de una ciudad derruida o las palabras de un maníaco a punto de reventarse los sesos. Sin embargo, no es más que mi sensación después de unos cuantos días de entrenamiento intensivo. El "gross-training" en sí no me cansa tanto, en realidad. Cuando salgo de la piscina estoy más feliz que cuando entro. Será que toda la mierda mental que llevo la dejo ahí.

El problema no es ese, pero tengo que buscarlo. Me tiraré la noche dando vueltas como el colgado que soy. Música de Queen sonando alto en los cascos, vueltas en la cama. Mañana se presenta un día aún más duro, pero me da igual. Ya tendremos tiempo para dormir cuando estemos muertos.

Ensalada con salsa agridulce de primero

4 Comments »

No puedo dejar de escuchar esa canción que me recuerda a ti.

"Voy a dejarme llevar por el licor. Vamos a hacernos los muertos"

No evito, tampoco, volver a leer este blog absurdo donde cuelgo lo que me pica para dejar de rascarme un par de segundos y no dejo de ver entradas como aquella del ascensor. Es gracioso cómo la cabra tira para el monte. Sí, no dejaré mis gustos jamás. Me gustan los autobuses, los trenes, las personas y el sexo. Me gustan los ascensores. Y como buen amante de los ascensores no puedo hacer otra cosa que volver a ellos, esta vez para besar otros labios. Me equivoqué como un tonto, puede ser, pero disfruté los dos segundos de gloria y los veinte de desconcierto. Se dejó hacer y sonrió, con eso fue suficiente.

Somos seres de costumbres, como ya dije, y la mía es equivocarme. Caer dos, tres, cuatro veces en la misma jodida piedra y no escarmentar. Cerciorarme de que el amor no está hecho para mí, de que estaré solo siempre y no apenarme por ello. Alegrarme porque me quedan trenes, buses, ascensores y besos, aunque sean vacíos, para continuar tirando. Ser feliz porque el dulce sigue siendo más que el amargo en la salsa china de mi ensalada.

Joderme y sonreír, como hacen los buenos seres humanos.

Sangre seca

2 Comments »

Te vestiste con tus mejores galas. Botas altas acordonadas hasta arriba, tu mejor camisa y esos pantalones que tanto te gustan. Cómo iba a faltar tu compañera más fiel, ésa que siempre estuvo a tu lado. Cómo iba a faltar tu navaja de seis muelles. La tarde estaba clara cuando quedasteis en el bar, aún era demasiado temprano. Era mejor tomar algo para poder actuar con menos remordimiento de conciencia, aunque de eso a vosotros os quedaba poco. Cuando llegó el momento salisteis por la puerta pensando que erais Hooligans; la luna a vuestras espaldas, el alcohol entre vuestras venas corriendo por vuestros sesos y la sed de matar d eun jaguar. Vuestro objetivo era sencillo: limpiar de escoria las calles, de toda esa chusma que no para de llegar y que acaba con nosotros poco a poco. Las víctimas estaban claras. Podíais haber comenzado con cualquiera amarillo o con los sudacas que pasaron junto a vosotros, pero eran demasiados. Aquel negro que estaba solo era una buena diana, pero se os escapó. Os podíais conformar con ése que dormía en un banco aquella noche. Es un trabajo duro, hay que reconocerlo, pero sabíais que todos os lo agradecerían al final.

Una manada de lobos, una jauría de perros, un grupo de tiburones asociados para cazar juntos. La sombra de vuestras figuras, acercándose en formación hacia el banco de aquella plaza dle barrio de El Carmen, hubiera erizado el vello a cualquiera. La presa no se percató hasta que ya estabais sobre él. Su rostro fue vuestro deleite, el miedo vuestro almíbar, la sensación de superioridad vuestro mayor lujo. Pero vuestra obra quedó inacabada y hoy no hacéis más que llorar bajo un techo de cemento. Quién diría que unos muchachos como vosotros, lobos, podían llorar como cachorros. Aquella noche salisteis a cazar, pero vuestras presas se os rebelaron. Llorad, tiburones sanguinarios, porque fuisteis a matar. Gritad y golpead las paredes de impotencia. Pereced, perros, como se merecen los asesinos ilegítimos.


------------------------------------------------
Relato Hiperbreve para el XV concurso "Todos somos diferentes" de la Asamblea Juvenil de Derechos Civiles en colaboración con la Fundación de Derechos Civiles y el INJUVE de España. Bases de la convocatoria en www.civilia.es

Retratos robot de farola incandescente

1 Comment »

En noches como ésta, en las que me encuentro solo, me da por dibujar. Son noches frías y oscuras en las que vuelvo a casa, más veces solo que acompañado, lamiéndome las heridas por dentro y apretando los puños para asustar al miedo y a los escalofríos que recorren mi médula espinal. Noches tranquilas, silenciosas, en las que no se escucha lo más mínimo y sólo el bombeo de la sangre por mis venas rompe esa monotonía electizante. Es en esas noches cuando llego a casa y me desnudo, me pierdo entre las sábanas muy hondo, para que no me encuentre nadie, y tomo una vieja libreta y un lápiz.



Dibujo sombras, siluetas, esculturas que en algún lado de mi mente parecen surgir de la nada. En una de esas noches fue cuando pinté, sin apenas darme cuenta, un retrato robot. Uno de esos que utilizan los policías para identificar a los sospechosos. Fui añadiendo, uno a uno, todos los detalles de esa persona, de esa mujer, que desde mi punto de vista es lo más parecido a un ente perfecto. Deslicé entonces el grafito de mi lápiz amarillo y negro para crear un contorno, una silueta. Piernas largas, pero no demasiado, caderas anchas, hombros ligeramente separados, pechos turgentes pero no grandes en exceso, pies pequeños y delicados. Creé en la cara de aquello que dibujaba unos ojos verdes expresivos, enormes e inteligentes; esos ojos que conectan conmigo y que no necesitan de una boca para que me digan lo que sienten. Hice una boca, a pesar de todo, con unos labios carnosos, no muy rojos, y unos dientes blancos pero con personalidad. Una nariz pequeña, graciosa, como de niña pequeña, algo levantada por la punta, como la babucha de un mercader tunecino. Terminé con unas mejillas coloradas por el pudor de mirar a un dibujante sin ropa, y dejé caer el cuaderno al suelo frío, frío como la calle que hace unos minutos recorría yo mismo, con los hombros encogidos y la mirada al frente.



Miré desde lo alto de la cama al dibujo que acababa de terminar y solo te vi a ti. Mis ojos se enjuagaron con una lágrima grande, que me obligó a hacer un puchero, como un niño de tres años. Lloraba porque eres tú la que siempre estás dentro de mí, y sólo te puedo sacar dibujándote, intentando dibujar a mi mujer ideal y apareciendo simplemente tú, con tu sonrisa pícara y tus ojos brillantes. Tú me dejaste así, adormilado por tus formas, por tus contornos, y por tu aliento. Te estableciste como mi canon de belleza más interno. No me gusta lo que a todos gusta, me gustas tú. Si alguna mujer parece caerme en gracia, no nos engañemos, es simplemente porque se parece a ti. Y es que si alguna vez creí querer a alguien, ese alguien fuiste tú, y esa tontería es algo que lamento cada noche como la de hoy, llorando como un crío, con ese cuaderno arrugado tirado por el suelo.

Me doy cuenta de que cuanto más cerca estoy de ti, peor lo paso. No puedo estar a tu lado sabiendo que lo nuestro no va a ninguna parte, si es que existe algo "nuestro", sabiendo que cada segundo que pasa te pierdo más aunque te tenga tomada del brazo. Autocastigo como norma, mientras lloro bajito, en silencio, para que nadie me escuche, desgarrándome despacio alumbrado por esa luz de farola en la oscuridad, ojo de gato color miel entre las sombras, cabizbajo y encogido por el frío. Debería tirar este maldito cuaderno que tantos recuerdos me trae y comenzar con otro nuevo. Debería desprenderme de ti, de tu imagen, para poder empezar de cero. El problema es que no quiero hacerlo, no puedo dejar todo atrás sin más. El problema es que soy un imbécil llorica que no puede hacer más que lamentarse por lo que no fue y no atreverse a tomar cartas en el asunto. El problema es que estoy aquí, llorando y dibujando a las 3.30 de la mañana.

Concepción tiembla

2 Comments »

Veo como se hunden los sueños bajo olas de quince metros de altura. El lugar donde nos prometimos volver está anegado, destrozado y sufriendo. La isla más mágica que jamás pisé hoy sufre, al igual que el continente del que se separa. Sus gentes, sus plagas, sus langostas y sus calles de tierra aplastada por pies descalzos jamás serán lo mismo. Las cuevas de los patriotas hoy serán ocupadas por personas que les darán mejor uso. Los lobos marinos tendrán más lugares donde nadar.

Todo pasará, y si pasa lento se olvidará como ocurrió con otros sucesos de no hace mucho. Pero a algunos no se nos olvidará y para otros no pasará tan pronto. Porque son 8.83 grados y 147 muertos hasta el momento, aunque el aumento de la cifra es notable y continuo. Pero Chile... Chile tiene cojones. Chile se recuperará pronto y Juan Fernández volverá a pescar peces azules y plateados al amanecer en el puerto del pueblo de San Juan Bautista.

Soplos de optimismo que intento darme. Hay buenas infraestructuras, no va a suceder nada. Los que allí conocemos estarán bien. Pero es que se escuchan tantas cosas, se ven imágenes tan crudas que, aunque lo intentes, no puedes dejar de alterarte.

Sólo me propondré una vez más volver a esa isla que comentaba en el post anterior. Volver contigo chileno cabrón, porque aunque las líneas estén colapsadas yo sé que tú estás bien, igual que los demás. Sólo necesito echar un poquito de lo que llevo dentro. Sólo necesito gritar una vez más:

CHILE, MI HERMOSA PATRIA.

Incontinencia/verborrea/cuadro psicótico

3 Comments »

Parece que este blog sólo lo utilizo para disculparme, pero esta vez es cierto. Soy incapaz de ser constante con algo, me aburro de todo, necesito cambiar. Es por ello que mi cuerpo me pide viajar. Es una droga para mí eso de olvidarme de todo y volver para recordarlo una y otra vez. Esta actualización se la dedicaré a mi problema con la seriedad y les pediré perdón a aquellos que dicen que debería actualizar más, aunque no sepa quienes son. Lo siento, señores, está en mi naturaleza.


De cualquier forma hoy no me dedicaré a decir cuánto tiempo hace que no vengo por aquí; hoy me voy a centrar en poner los dientes largos a todo aquel que tenga las narices de seguir leyendo esto, a pesar de mi incontinencia. Porque he vivido tanto desde aquella mujer de blanco, he descubierto tantas cosas sobre mí que no lamento en absoluto no haberlo escrito. Fijé mi concentración en aprender y en crecer y, créanme, ha dado resultado. Supongo que pocas personas lo notarán, pero he descubierto quién soy. Resulta que es cierto que ese viaje iniciático del que hablaba Miguel de la Quadra, eso que todos los jóvenes necesitan, es algo esencial para todos. Aunque muchos se empeñen en decir que todo en la vida no está al alcance de tu mano, yo me afirmo que sí que lo está, lo aprendí en el camino. Somos mucho más de lo que esperamos. Nuestro cuerpo y nuestra mente en situaciones difíciles tiene una capacidad de actuar que nos deja ojipláticos constantemente. Además, y sabiendo que no es mi mayor cualidad, puedo afirmar que la constancia es la clave del éxito. Como rezan los italianos, "volere è potere". Filosofía barata, pero cierta ante todo. Sé que no soy lo suficiente viejo para poder afirmarlo con contundencia, que no tengo experiencia y que quizás algunos digan que no sé de lo que hablo, pero por algo se tiene que empezar. Mi base será esa maldita frase en lengua romance.


Todo está entre nuestras sienes y, para poder ayudar a que las cosas surjan más fácilmente, es imprescindible aprender. No dije estudiar, señores, dije aprender. Porque me cago en el maldito sistema en el que fundamentamos la educación. Si las raíces están podridas, ¿esperan que crezca el árbol? ¿Cómo quieren que los niños no se salgan de clase en 2º curso de ESO? Si nuestro sistema se basa en hacer que memoricemos un texto para escupirlo al día siguiente y olvidarlo al de después y no nos incitan a crear, a pensar por nosotros mismos, ¿por qué se asombran los señores bigotudos de que los chicos de bachillerato no saben expresar un texto de dos líneas -y menos si no es en el idioma obligatorio-? Lo que decía, que me subo por las ramas, es necesario aprender. Aprender leyendo libros, por supuesto, pero extrayendo el jugo que nos puedan ofrecer. Aprender viajando, que es la mejor manera de hacerlo. Aprender de la gente, por supuesto, aprender de los mayores y aprender de nosotros mismos incluso. Necesitamos aprender viviendo, viviendo intensamente cada segundo que el corazon nos lata.


Vivan con quienes quieren, o con quienes odian si les hace más felices, pero vivan con personas. O quizás sin ellas. Esto me hace recordar que estuve en un paraíso casi despoblado llamado Juan Fernández y también me trae a la mente que allí se puede ser feliz de igual manera y se puede aprender sin necesidad de estar con gente. Supongo que habrá miles de lugares como éste, lo cito porque creo que será la última vez que pueda pisar esa recóndita isla perdida en el Pacífico.


Sin hacer más promesas de que voy a escribir con frecuencia -puede que no lo haga- me despido por hoy. Señor/a anónimo/a del último mensaje, ¿quién eres? Me gustaría saber de ti si alguna vez te pasas por aquí y lees esto.


Si no vuelvo buscadme en Juan Fernández.


En próximas entregas, reflexiones filosóficas de segundo grado.






Isla Robinson Crusoe, archipiélago Juan Fernández (Chile)