Pasteladas

Es curioso cómo una película puede levantarte el ánimo. Un pastelón de película, de acuerdo, pero -será por las circunstancias, será por el calor- debo admitir que me ha tocado la fibra sensible.

Exactamente igual que esa sensación. La experiencia de subir más tiempo de la cuenta en una montaña rusa tras haber comido una hamburguesa doble con queso -americanismo puro, hicieron daño McDonalds y los jodidos parques de atracciones-: Sientes tu estómago rugir, con toda esa comida dando vueltas dentro. En un momento, y como si te fuera la vida en ello, te da por vomitar en una papelera con forma de pingüino mientras la gente que pasa detrás de ti se te queda mirando con esa cara de "¿y éste?". Pero, la verdad, a ti te da igual. Lo has echado, te hacía falta. Te sientes bien, incluso mejor que antes de tomarte aquella masa de carne de...¿vacuno? -permitidme ser escéptico, por una vez nada más.

Pues es lo mismo. En tu cabeza hay un cúmulo de cosas dando vueltas y no paran de entrar más y más chorradas. Igual que la hamburguesa doble con queso. De repente, quizá con una tontería como la película que vimos esta noche -"El amor se mueve", se llama- parece todo aclararse. Te permite colocarte en un punto de vista objetivo, alejarte de ti mismo y poder dejar salir de tu cabeza toda la mierda guardada con cariño a lo largo del tiempo. Igual que la hamburguesa doble con queso en la papelera con forma de pingüino del parque de atracciones. Lo expulsas todo y te sientes realmente bien.

Pero, ¿qué era en verdad aquello que te aturdía? No sé si era el amor. Puede que fueran las altas temperaturas, quién sabe.

Dejémoslo pasar, después de todo el rollo de la hamburguesa con queso y la montaña rusa no merece la pena. Te vuelve a rugir el estómago; se ha quedado vacío. Tienes hambre de nuevo y te diriges a la primera hamburguesería a zamparte lo que te pongan delante. Y vuelves a llenarte el estómago, o mejor dicho, la cabeza, de porquerías. Pero el caso es que te gusta.

En tus sesos sucede de igual manera. Se quedan vacíos y, a la mínima, los vuelves a llenar con bobadas iguales o peores que las anteriores. Pero el caso es que te gusta.

Será el amor, serán las altas temperaturas. No sé.

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3 Responses to “Pasteladas”

  1. será que eres dios escribiendo...no sé, pienso que es eso.

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  2. me encanta encanta encanta... ya no nos estamos hablando por msn.. sera por lo de la RQ? en Chile me iba a encontrar con ustedes , tenia la fecha, hora todo..y con esto.. supongo que nos veremos en diciembre. Un beso guapo

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  3. Será el amor. Oh dios, qué jodidamente cursi y pringoso XDD
    Nah, coincido con el primer comentario, eres dios escribiendo (L)

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