A ritmo de Bossa Nova

"Una foto podría cambiar mi vida, pero en Ciudad de Dios si huyes te pillan y si te quedas te comen; siempre ha sido así"


Moverse ágil, no dejar un pie quieto y tener iniciativa. Caminar entre los problemas a ritmo de bossa nova y alcanzar tu sueño empezando de lo más bajo. Así fue como Wilson Rodrigues consiguió lo que quería: ser fotógrafo. Y lo hizo como aquellos trapecistas del circo -el más difícil todavía-, viniendo de las favelas de Río de Janeiro, de Ciudad de Dios.


Nos lo narra la historia en la que se basa la película con el mismo nombre, "Ciudad de Dios", que ya va teniendo unos años pero que cada vez me sorprende más. Buscapé, Wilson Rodrigues, un chaval que no quería delinquir ni hacer caso a lo que la vida cada día le decía más fuerte: "Entérate, chaval, no compensa ser honesto".


Como todos los pobres empezó con lo más barato, con una cámara desechable. Una casualidad le puso, más tarde, un equipo profesional en sus manos y consiguió abrirse camino, estando siempre enmedio.


En el lugar preciso, en el momento preciso. Sin duda, todo lo que algunos desearíamos hacer.
"Decidí que tenía que largarme; y fue así como empezó mi carrera como periodista".
En el lugar preciso, en el momento precioso a través de un objetivo.

This entry was posted on domingo, 16 de enero de 2011 and is filed under ,,,,,. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0. You can leave a response.

Leave a Reply

Alegrame un rato. Puedes hacerlo escribiendo una chorrada aquí: