Archive for enero 2011

Al otro lado del río

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A veces me entran ganas de salir corriendo. De escalar hasta donde no se pueda más, de que se me caigan los pies, de que se me despedacen los dedos de tanto caminar.

A veces necesito aire. Besar la tierra que me aguanta cada día y encontrarme con la gente que hace lo propio. Se me ocurren historias de motocicletas que viviría en primera persona y me entra la sed de ruta, de viaje. De aventura.

Me acuerdo, a veces, de las palabras de Ernesto y las aplico a mi modo. No es América con mayúsculas la que es una. Creo que es todo. El todo. Me parece que debemos graduarnos todos y cada uno las gafas por las que vemos, quitarles las dioptrías de los prejuicios malsanos y los filtros que no nos dejan apreciar lo bueno de los demás.

Creo que he visto una luz al otro lado del río y voy a ir a por ella. Lo voy a cruzar a nado si hace falta. Por mí nada va a quedar indiferente.

Creo que he visto una luz al otro lado del río.

Cambios de Ideas

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"Y cambio de idea sobre ti, y cambio de idea sobre lo nuestro"

Un día que parecía rutinario sin llegar a serlo. Vuelta de un viaje y todo da vueltas. Las revueltas de los sentimientos que se recuerdan son lo que me reconcome.


Sin embargo, cayendo en el consumismo que me caracteriza, que nos caracteriza, me alegra el saber que hoy me permito un lujo. Mi pequeño animal pronto va a llegar y me va a asombrar. Planos que se tensan y se destensan sin que sirvan para nada.


Para ello aparece Astrud, para hacerme cambiar de idea sobre lo nuestro. Que no todo es tan blanco ni tan negro.


Todo está en color, como en las fotografías que voy a tomar a partir de ahora con mi nueva cámara.

A ritmo de Bossa Nova

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"Una foto podría cambiar mi vida, pero en Ciudad de Dios si huyes te pillan y si te quedas te comen; siempre ha sido así"


Moverse ágil, no dejar un pie quieto y tener iniciativa. Caminar entre los problemas a ritmo de bossa nova y alcanzar tu sueño empezando de lo más bajo. Así fue como Wilson Rodrigues consiguió lo que quería: ser fotógrafo. Y lo hizo como aquellos trapecistas del circo -el más difícil todavía-, viniendo de las favelas de Río de Janeiro, de Ciudad de Dios.


Nos lo narra la historia en la que se basa la película con el mismo nombre, "Ciudad de Dios", que ya va teniendo unos años pero que cada vez me sorprende más. Buscapé, Wilson Rodrigues, un chaval que no quería delinquir ni hacer caso a lo que la vida cada día le decía más fuerte: "Entérate, chaval, no compensa ser honesto".


Como todos los pobres empezó con lo más barato, con una cámara desechable. Una casualidad le puso, más tarde, un equipo profesional en sus manos y consiguió abrirse camino, estando siempre enmedio.


En el lugar preciso, en el momento preciso. Sin duda, todo lo que algunos desearíamos hacer.
"Decidí que tenía que largarme; y fue así como empezó mi carrera como periodista".
En el lugar preciso, en el momento precioso a través de un objetivo.

Señor de Azoteas.

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"Recuérdame que sigo vivo, por si me olvido", decía el señor Lechowsky en sus letras.
Recuérdame qué es el sol, que digo yo. En esta cerrazón de mí mismo, de paredes y de corazón, en la que el cielo se va y vuelve y no me doy ni cuenta.

Serán un par de días más. Aguantar una vez más. Nos las hemos visto más putas y hemos salido. Elegancia, acuérdate. Elegancia ante todo.

Soy un señor de azoteas.

Sleepy Hollows

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Sigues contento porque puedes moverte.

Lo que no sabes es que lo que te mueve es la marea y su corriente que arrastra al resto de la gente.


Por vos, que hoy te nos fuiste para no seguir lo que se estableció. Gracias por todo, señora.







Sleepy Hollow, de la sesión del Cerro de los Ángeles. Ché Pérez










Etapa aburrida, días sin sentido. A veces una terraza puede ser un mundo que frecuentan más seres de los que te imaginas. Las puestas de sol son los únicos respiros de nosotros, los estudiantes afanados.

Sueños húmedos con Vivian Maier

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Se despertó sobresaltada, empapada en sudor y su primera reacción fue mirar hacia arriba. Acababa de descubrir un personaje que pocos sabían que existía. Se llamaba Vivian Maier, la mujer que no mira hacia el suelo cuando la ponen al nivel de Capa, Cartier Bresson o al del resto de fotógrafos del XX. Chicago fue su escena, niñera el trabajo que desempeñó. Un trabajo sacrificado para encubrir o sacar a flote otro tanto o más, como es el de la fotografía.


Nadie la conocía hasta que John Maloof, un coleccionista de antigüedades y fotografía, compró una caja de trastero en una subasta pública de esas que se estilan en Estados Unidos cuando nadie responde por un bien. La sopresa fueron los miles de negativos que había dentro con fotografías de una calidad descomunal. Ahora parece ser que hay herederos, y se comienza a esclarecer un poco más la historia. Puede que Vivian Maier trabajase un tiempo como retratista profesional. Ya iremos descubriendo. De todas formas es un gran hallazgo.


Quién sabe cuántos buenos hay ahí arriba. Los conoceremos o no, pero nos queda tanto por andar que a veces nos acongojamos, y con razón. Por eso ella se despertó de su fugaz sueño. Alguien le había susurrado al oído esta historia hace apenas unos segundos.


Se turbaba al mismo tiempo por su insignificancia. Ella jamás sería alguien tan descomunal. O quizás sí. Quién sabe. Puede que lo único que suceda es que ellos están ahí arriba y ella todavía no ha comenzado a subir la escalera que retrató Vivian Maier.



www.vivianmaier.blogspot.com

Just Dance and Run Away.

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"¿Quién eres?", me atreví a decirle a la sombra que tenía delante.

"Soy una sombra, hostias, ¿no me ves?", respondió ella descaradamente. ¡Qué ruín ser aquel de la penumbra! Pero agárrese lo oscuro, que para mamón yo.

"Sí lo veo, sí. Vaya sombra estás hecha. Lo que no sé es qué carajo haces aquí. Es mi cuarto, y mi compañero está al llegar. ¿A caso te he invitado yo?"

"¿Crees que puedes invitar a entrar a una sombra? ¿Crees que puedes negarme el paso? Soy el rey de reyes. Voy donde quiero, me planto donde deseo. Soy el único timón que sigue el rumbo que desea en esta dichosa existencia. Estudia, sigue estudiando. Trabaja como una mula para lograr eso que dices que son tus objetivos. Nos veremos mañana; tú con tus arrugas, yo con mis viviencias."

"Pero, ¿qué dices? Conseguiré lo que me propongo. Llegaré a ser lo que quiero."


"Eso llevas diciendo un tiempo, ¿no es cierto? Y, ¿qué has conseguido hasta ahora? Separarte de los que quieres, de tus raíces, de lo que llamas tus cimientos. No más."

"¿Y cuál es la manera, entonces? ¿Dónde está la combinación perfecta para conseguir todo lo que deseas?"

"No estoy aquí para resolverte esas comeduras de cabeza. No soy psicólogo de nadie. Cada uno se labra su camino, sólo sé decirte eso. Soy como una canción de Jamiroquai. No digo nada y digo cosas al mismo tiempo. Todo esto es producto de tu imaginación, ¿no te das cuenta? Estar hablándole a las sombras, con tu edad, ¿no te da vergüenza? Vacíate de pájaros la cabeza y de mariposas el estómago, deja de perseguir arcoiris y de escribir versitos y céntrate."

"Tienes razón. Stay focus. Pero me turbas al mismo tiempo. ¿Qué debo hacer? ¿Buscar lo que quiero o centrarme en lo que hago?"

"¿A caso no está todo conectado? Quizás lo que te falte es el amor. Mírame a mí. Soy de los de Platón, no necesito a nadie pero hay quien me necesita a mí. ¿Es eso lo que a ti te hace falta?"

"Será eso. O quizá sea que me he vuelto loco y que tampoco necesito a nada ni a nadie. O quizá sí. La cabeza me da tumbos. Creo que es por la indigestión o por aquel astronauta que salía de la boca de metro de Picadilly Circus. La fiebre, definitivamente la fiebre. Las sombras de la habitación que no son más que yo dándome patadas en el vientre, en los costados. Una paliza de muerte."

50. y. 5

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Y me quedé mirando, ahí, en el portal de casa parado mientras avanzaba al frente, con el sol por delante. Respiré un par de veces y lo único que pude decirme fue:

"Mírala. Ahí va lo mejor de mi vida".






...

Una pastelada que me veía obligado a escribir en la entrada número 50.

Filosofía de acera.

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Ole por cada segundo que paso con alguien que merece la pena. Por las conversaciones que merecen la pena ser apuntadas y por las miradas cómplices que no nos va a quitar nadie.

Ole por los sueños compartidos que, esperemos, algun día se hagan realidad.

Ole por los que están ahí aunque no lo parezca. Por todos aquellos que no necesitas ver a diario para saber que te darán el 200% cada vez que hagan falta.



Somos mentes condenadas al fracaso, a la mediocridad y al dejarse llevar de los sentimientos. Somos dos. Tenemos demasiado por descubrir y estamos aquí, hablando de amor.

2 de Enero de 2011

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Un día para recordar. Un día para enmarcar, sin lugar a duda.


Parece ser que en el O'neil acaban de tirar los ceniceros. La nueva ley entró fuerte y parece ser que va a dejar secuelas. Algunos, desconentos con la norma, se alteraban al decir: "si ya no podemos ni fumar en los bares, ¿qué va a ser lo próximo?"; siempre con el pretexto de: "¡es que en España se vive de los bares!",

Siento que les duela adaptarse al resto de países civilizados. Eso en España siempre ha sido un trauma para nosotros. Lo lamento si cuesta hacerse a la idea de que hay gente que no fuma y de que hay profesionales de la hostelería que no fuman. Lo siento si exijo que mis pulmones no sean tan negros como los suyos.


Me parece, sin duda, un lujazo volver a casa y no tener que dejar al aire de la noche la ropa. Me parece un avance -ya sea idea del gobierno de turno o de otros- que no me de rabia tener que entrar a mi pub irlandés de toda la vida y no salir dándome asco.

Que para una reforma buena que conseguimos hacer no lo echemos a perder, por favor, señores. Lo siento por mis colegas fumadores. Me alegro por no tener que tragarme sus drogas.

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From: 66222****
To: 653******

A vces me da x pasar de noche y solo por la puerta de tu casa y tb me da por pensar cosas que no qiero olvidar mientras camino. sera q soy un masoqista q no sabe olvidarse de todo. lo siento