Finalización del experimento

La desconexión tecnológica es un buen método, siempre que no se incluyan factores afectivos/pastelosos en el proceso. También es un inconveniente que la conexión sea brusca. Puedes darte cuenta que, de repente, hay un alcalde neofascista en Badalona que afirma no dar un céntimo para integración y que tacha a todo inmigrante de delincuente. Puedes enterarte de que un caballito pony es algo muy triste y recordar que el trabajo acumulado algún día tiene que hacerse. Puedes tener en el móvil cinco llamadas perdidas y dos mensajes dispuestos a alegrarte el día de nueva conexión.

Como consecuencia de este experimento de paletos que se creen bohemios podemos extraer que los días pueden ser maravillosos sin móvil, televisión o internet pero que es imposible eludir la realidad. Al establecer un nuevo contacto repentino, además, las cosas pueden ponerse difíciles. Es el mismo shock que provoca un corte de digestión.

Arriba el surrealismo y abajo las cajas registradoras.

This entry was posted on sábado, 11 de junio de 2011 and is filed under ,. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0. You can leave a response.

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