Y esos planes que tanto gusta imaginar, ¿qué fue de ellos?
Una cala solitaria y unos mojitos, quizás. Un par de antorchas y buenos colegas para disfrutarlo.
Que salga o no, eso es cuestión de suerte. Que lo planeemos y lo saboreemos con canciones de Russian Red y un café con hielo es lo que me quedo.
La experiencia de los sabios impúberes
This entry was posted on lunes, 27 de junio de 2011 and is filed under cocktailexperience2. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0. You can leave a response.
A veces imaginar los planes es incluso mejor que llevar a cabo el propio plan. ;)
ResponderEliminarY que lo digas, amiga Oruga
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